No sé si Vd., entrañable lector, habrá visto la excelente película titulada Interstellar. Film donde se une la ciencia y la ficción para demostrar que el tiempo pasa más despacio cerca de objetos muy masivos, siguiendo la teoría de la relatividad de Einstein.
Posiblemente no hay nada más masivo que un agujero negro, se traga incluso la luz. Si pudiéramos estar junto a uno de ellos, unos minutos equivaldrían a años fuera de esta gravedad.
Con el ánimo de actualizar esta teoría científica, y hacerla comprensible al común de los mortales, el científico y Premio Nobel Kip Thorn ha tratado de convertirla en imágenes. La conversión en imágenes (Interstellar), es propiamente la ficción; la teoría física que expresa Kip, como Premio Nobel de física, a través de las imágenes, es ciencia. Comprender lo que nos propone Kip, parece imposible y así ha sido para este humilde escribidor, hasta que he visto con mis propios ojos la realidad de la verdad que, ha tiempo, Einstein había descubierto.
Demos un salto pindárico y cambiemos el objeto masivo, por el sujeto masivo que representa el presidente de los EEUU Joe Biden. Atrae con la fuerza de un agujero negro. Todo gira a su alrededor. Nuestro Presidente no es ajeno a esta irresistible atracción. No obstante, aquí, las fuerzas se invierten: lo que para nosotros han sido unos escasos segundos, junto a Biden han sido horas.
¡Eureka! Ahora comprendo cómo ha sido posible hablar de tantos y tan importantes temas en apenas 29” de nuestro tiempo. Sencillamente porque el paseo con Biden ha sido mayor que el que da cada mañana Rajoy.
¿Por qué nos extrañamos? El presidente trata de explicar lo hablado en este “larguísimo” paseo con Biden, porque aquellas horas han sido apenas 29” de nuestro tiempo. Amigo lector, ¿comprende ahora la teoría de la relatividad y la diferencia del tiempo y del espacio? Recuerde que cuando algo le duele, el tiempo se ralentiza, pero si vive una experiencia feliz, el tiempo vuela.
Nuestro presidente ¡inocente!, trata de explicar lo inexplicable. Se ve que no ha visto Interstellar y así, no ha podido explicar la fuerza de atracción personal de un sujeto masivo como Biden.
Querido lector, lo crea o no, es más fácil creerse esta explicación que la recogida en fuentes oficiales. Entre Ud. y yo, (y que no salga de aquí), no pasó de ser una simple fotografía, camino a una sala de reuniones.
Parece ser que fue el Conde Romanones el que dijo la frase. Jo… que tropa.
Pues eso.