Información recogida en la prensa del pasado domingo y que corresponde al pensamiento del obispo de Solsona, Xavier Novell, respaldado por cuatro compañeros catalanes: “El derecho a decidir de los pueblos está por encima de la unidad de España”. Esto dice el Sr. Obispo; con razón Cervantes decía: “Con la Iglesia hemos topado Sancho”.
De ser cierta esta manifestación, no es posible dejar de proponer al lector la siguiente reflexión:
La frase del obispo de Solsona, la suscribo, pero el Sr. Obispo parece olvidar, que España, como pueblo, ya decidió y sigue decidiendo que Cataluña es una parte del suelo patrio. De no ser así, tendríamos que volver a decidir, pero no porque los deseos de una minoría, sino porque lo solicitara en común decisión el pueblo español. (Yo no puedo pretender en mi comunidad de vecinos, junto a mis convecinos del piso bajo, no pagar ascensor, limpieza y luz de escaleras, porque, mi decisión esté por encima de los estatutos de la común-unidad).
Pero además, para la Iglesia, la universalidad, es decir, la catolicidad es prioritaria, por evangélica. Pretender que Cataluña no pertenece al suelo patrio, no habla de esta universalidad del Evangelio, sino más bien, del exacerbado nacionalismo de antaño que llevó al pueblo judío, dentro de nuestra tradición y cultura, a masacrar a la vuelta del exilio de Babilonia, a todo lo que fuera foráneo. Siglos después, el masacrado fue Israel… y de masacre en masacre hasta el día de hoy ¿Qué pretende el obispo separatista con esta actitud de discordia? ¿Es esa la manera de sembrar la misericordia que pide Francisco?
Siempre he pensado como cristiano y como teólogo, que la unidad, la común unidad (comunión), está por encima de los pensamientos y actuaciones de las minorías. Gracias a este pensamiento Ud./Vds. son mandatarios de la unidad (catolicidad), de nuestra Iglesia.
Cataluña, como Israel, o España, pertenecen a esa unidad a la que todos tendemos desde nuestro saber religioso ¿Cómo es posible que quien ha de dar ejemplo de esta universal hermandad, pretenda escudarse en el separatismo más dañino de la actual historia de España?
Desde esta reflexión, ruego una oración por estos eclesiásticos, con el fin de que la cordura evangélica se haga presente en sus vidas. Y quiero dejar constancia, que tanto ellos como los catalanes que piensan igual, tienen el pleno derecho de hacerlo, pero cuando una persona, como estos obispos, representa justamente lo contrario, sus pensamientos, aunque lícitos, deben quedar a buen recaudo, ya que es superior la universalidad del Evangelio, que la particularidad de sus pensamientos nacionalistas.
El Papa acaba de decir en la plaza de San Pedro: ¡Y son tantos los que delante te sonríen, pero detrás combaten el Evangelio! Todos los conocemos… Asimismo, acabamos de enterarnos por los medios de comunicación, que el cardenal Pietro Parolin ha declarado lo siguiente a la vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría: sobre la cuestión territorial catalana “Todos los españoles tienen que decidir”.
Más claro el agua.